jueves, 9 de agosto de 2012

Se desploma la imagen de Macri a nivel nacional: descendió alrededor de 20 puntos. Una de las principales causas, no hacerse cargo de los subtes


¿Puede ser presidente alguien que no puede manejar los subtes de Buenos Aires?”.
El proyecto presidencial de Mauricio Macri tiene más sombras que luces en el horizonte. El nivel de aprobación del jefe de Gobierno porteño a escala nacional se desplomó en los últimos 12 meses: cayó alrededor de 20 puntos. 
Macri había tenido su mejor momento luego de su victoria electoral en la Ciudad de Buenos Aires. El aura de ese triunfo lo había impulsado. En julio del 2011 llegó a medir 51% de imagen positiva a nivel nacional. Luego, comenzó a caer sistemáticamente, con algunos pozos profundos, y llegó a los niveles que tiene hoy, entre 28 y 30 puntos de imagen positiva. 
El número está muy lejos, por ejemplo, de Cristina Fernández, que según sea la encuesta que se tome tiene entre 48 y 60 puntos de aprobación. 
El dato político más importante de la caída del jefe del PRO es que demuestra que su estrategia de instalación nacional no está funcionando. 
El descenso de Macri en las encuestas a nivel nacional tiene una evolución que es necesario detallar. Los datos que se darán a continuación son del consultor político Carlos Fara. Después del pico del 51% en julio del 2011, cayó a 44 en octubre de ese año. Se mantuvo medianamente estable hasta marzo del 2012, cuando descendió a 33 y bajó aún más en mayo, al tocar 27. El mes pasado, último dato disponible, recuperó unos puntitos y subió a 31.
La cifra más llamativa es el desplome del mes de marzo. “En ese momento entró en conflicto con el Gobierno Nacional por el tema de los subtes, explicó Carlos Fara. Quedó muy mal parado desde el punto de vista de la gestión. Firmó un acuerdo y no se supo si lo había aceptado o no
Esto lo llevó a un territorio que es complejo para él. Macri funciona mejor cuando no tiene que confrontar. En el momento en que la situación lo lleva a una disputa política más clara, se sale de su eje y se desdibujan sus atributos de liderazgo. Es cierto que la población prefiere un estilo menos confrontativo en los dirigentes, pero cuando aparecen los problemas quiere alguien que demuestre que es capaz de resolverlos.”
Enrique Zuleta Puceiro, de la consultora Opsm, también habló. Coincidió con Fara en que la decisión respecto de los subtes fue un boomerang para el jefe del PRO. “Esa medida lo perjudicó. Se prestó para que la gente pensara que él no podía manejarlos.” 
Zuleta plantea entonces una pregunta que difícilmente no se haga la mayoría de la gente que camina por la calle: “¿Puede ser presidente alguien que no puede manejar los subtes de Buenos Aires?”. “Fue un gesto de mucha debilidad. Mostró incapacidad para generar recursos y equipos de trabajo.”
“Él no está para ser líder ni para grandes debates –comentó Ricardo Rouvier. Su estrategia es contrarrestar la imagen de Cristina, contraponer, con su estilo de perfil bajo, el discurso del kirchnerismo. Jaime Durán Barba no se equivoca al plantear ese camino porque respeta la personalidad de su cliente. Macri es eso y Durán Barba no lo fuerza a ser otra cosa.”
Fara retomó la cuestión de los subtes. No recargó todas las tintas sobre Macri. Planteó una debilidad estructural del PRO. “Ellos tienen muy bien diseñada la estrategia de comunicación pero no la estrategia política. Su capacidad comunicacional les sirve para sintonizar con cierto público. Pero esto no es sólo una cuestión de marketing. La acción política de un jefe de Gobierno también impacta en la percepción de la opinión pública. Allí se miden mucho los atributos de liderazgo de un político. Por eso lo del subte fue un error.”

Fuente: MiradasAlSur

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